LAGARTERA

Los orígenes de Lagartera se remontan a la época romana, de la que aún quedan algunos vestigios arqueológicos en los alrededores. Los primeros testimonios escritos datan del siglo XI y hacen referencia a la fecha de fundación de la localidad por el primer señor de Oropesa, don García Álvarez de Toledo.

A partir de ese momento, los primeros habitantes procedentes de la capital provincial se asentaron en un barrio que en la actualidad se conoce como Toledillo, alrededor del cual se fue conformando la población. Un pequeño puente permite cruzar un arroyo que comunica este barrio con el resto de la localidad. Hasta 1620, en que se declaró villa autónoma, Lagartera perteneció al condado de Oropesa, como el resto de las aldeas de la comarca.

Durante el siglo XVI y siguientes se extendió en Lagartera la artesanía de los bordados, convertida desde entonces no sólo en una práctica habitual, sino también en un importante medio de vida de sus habitantes. Precisamente esta actividad es la que ha conferido una imagen llena de costumbrismo a la localidad toledana que, hasta 1833, con la reorganización administrativa de Javier de Burgos, no se integró en la provincia castellano manchega. La principal actividad económica de la población gira en torno a la artesanía de los bordados, cuya calidad y valor artístico han dado justa fama a la villa en todo el mundo.
También es importante el sector agropecuario, dentro del cual la ganadería porcina ocupa un lugar destacado. En cuanto a los cultivos, los más extendidos son los de cereales.

El edificio más notable de Lagartera es la iglesia parroquial de El Salvador, del siglo XVI, caracterizada por su estilo gótico tardío y por la incorporación de elementos barrocos en los siglos XVII y XVIII. Posee tres naves con crucero y ábside plano, y un coro.

En las afueras del pueblo y como muestra del estilo popular, se levanta la ermita de los Santos Mártires, de planta rectangular y una sola nave cubierta a dos aguas. Se caracteriza por estar construida con aparejo toledano y mampostería en el hastial.

Algunas casas y los barrios son una muestra de colorida arquitectura típica, decorada con cerámica, mezclando los tradicionales tonos azules de Talavera y los verdes de El Puente del Arzobispo.
Es especialmente interesante el Museo de Bordados y Pinturas Marcial Moreno Pascual. Está situado en el propio Ayuntamiento y en él se exhiben las mejores piezas de la artesanía lagarterana, dejadas en depósito por sus propietarios. Está ambientado como una casa típica local, y destaca la exhibición de bordados y labores de deshilados de gran vistosidad y vivos colores, en los que predominan los dibujos geométricos. Lagartera es una población mundialmente famosa por sus bordados y sus labores de deshilados, confeccionados exclusivamente a mano.
Por otra parte, presentan un enorme interés etnológico las ceremonias que acompañan la celebración de las bodas, en las que tanto los contrayentes como los invitados lucen los trajes típicos de Lagartera, ricamente ornamentados.
El arte de los hilados y los bordados puede apreciarse en toda su plenitud el día del Corpus Christi, en el que las calles cobran una belleza espectacular y los altares se adornan con las mejores y más antiguas piezas textiles del patrimonio lagarterano.