FICHA Empleados: 1.120 personas entre sus
cuatro ubicaciones en Tarancón, Corral
de Almaguer y Olías del Rey. Facturación: 525 millones
prevista para 2013. Sede: Matadero y fábrica en Tarancón
(Cuenca). Fundadores: Hermanos Loriente Piqueras.
Para esta familia, todos los días son San Martín.
No en vano, en su matadero de Tarancón (Cuenca), que también alberga
su planta de despiece y loncheado de jamón, se sacrifican una media
de 5.400 cerdos al día. Y es que todo en Incarlopsa se hace a lo
grande. Entre 2008 y 2012, han invertido más de 130 millones de euros
en sus instalaciones. Y para muestra un botón: acaban de ampliar en
35.000 nuevos
metros cuadrados su secadero de jamones de Corral de Almaguer
(Toledo), lo que se traduce en una capacidad para albergar un millón
y medio de perniles más, que se sumarán a los cerca de cinco que ya
tienen en proceso. "Pusimos el primer pilar en junio [de
2012]", se enorgullece Clemente Loriente, director general de la
compañía. La entidad alcanzó una facturación de 490 millones de
euros en 2012 (un aumento del 14% respecto al año anterior) y prevé
crecer otro 6% este año.
Clemente Loriente, que fue elegido en enero de
2012 presidente del grupo de carnes de la Asociación Nacional de la
Carne de España (Anice), constituye uno de los mejores ejemplos de la
innovación que se está llevando a cabo en Incarlopsa. Él es uno de
los integrantes de la segunda generación de la familia Loriente que,
junto con miembros de la primera, forma parte del consejo de
administración de la empresa. Los sucesivos descendientes tienen
vetados (por ahora) esos sillones de mando.
Pero el capital humano es solo un factor más
entre los que explican este desarrollo y garantizan el futuro de la cárnica.
La apuesta por la I+D+i para la mejora y calidad de los procesos
industriales es otro. En 2012, invirtieron 34 millones de euros en la
aplicación de sistemas de producción y control basados en las más
modernas tecnologías para garantizar la trazabilidad (incluso hasta
la selección genética de los animales) y la seguridad alimentaria de
sus productos. Cuentan, por ejemplo, con las dos máquinas de
loncheado de mayor rendimiento de Europa, que trabajan a una velocidad
de 1.200 cortes por minuto o un secadero con más de 70 salas de
postsalado que reproducen las condiciones de humedad y temperatura óptimas
para cada fase de curación de los jamones, que se apilan durante 14
meses en perchas de seis metros de altura colgadas del techo. Solo así
son capaces de procesar las 15.000 piernas que entran cada día por
sus puertas.
Aunque sigue presente como recordatorio de la
filosofía de la empresa, lejos queda ya el año 1978, en el que los
hermanos Loriente Piqueras (Moisés, Clemente, Jesús y Emilio)
iniciaron la aventura de Incarlopsa (Industrias Cárnicas Loriente
Piqueras, SA) en Tarancón (Cuenca), con el objetivo de producir y
elaborar productos cárnicos porcinos de calidad, cuya comercialización
se limitaba a los pueblos del entorno. En los años 80, la buena gestión
del negocio, que saltó de una distribución comarcal a todo el
territorio nacional, hizo que fuese necesaria una ampliación de las
superficies y una modernización de las
tecnologías.
Ahora, cuentan con más de 122.000 metros
cuadrados de instalaciones y, aunque la empresa no posee granjas de
crianza (sus animales proceden de Aragón, Valencia, Castilla La
Mancha, Castilla León, Murcia, Cataluña y Navarra), su actividad
contempla todo el ciclo de producción, desde el control de la cría
del ganado hasta la elaboración de los productos terminados, y están
a la expectativa de abrirse al mercado internacional. Siempre de la
mano de Mercadona, que absorbe el 95% de su producción. Unas cifras
colosales, teniendo en cuenta que el año pasado Incarlopsa puso en el
mercado 3,7 millones de jamones, 150 toneladas de carne y 25 millones
de kilos de salchichas frankfurt. Esta última cantidad les convierte
en uno de los mayores fabricantes mundiales y en líderes del mercado
nacional, con una cuota del 38%. En una reciente visita de la prensa a
sus instalaciones, Loriente ya señalaba que si la cadena de
supermercados valenciana "decide salir al extranjero",
Incarlopsa "está preparada para seguirla".
Y es que la relación con la distribuidora
levantina va más allá. También comparten negocio en la empresa Martínez
Loriente, creada en el año 2002, y en la que Mercadona, con un 10% de
la titularidad, actúa como bisagra de unión entre la compañía
Embutidos Martínez (45%) e Incarlopsa (otro 45%). Allí trabajan
otros 1.800 empleados para proveer de carne fresca de porcino, vacuno
y ovino a sus supermercados.
El resto del negocio de Incarlopsa viaja
destino a Asia, donde van a parar los restos de las reses procesadas
(vísceras y cabezas, fundamentalmente). Aquí se aprovecha hasta la
sangre.