|
La
Universidad de Salamanca en Corral de Almaguer
(La
casa del Colegio Mayor de San Bartolomé)
 |
Escudo
de don Diego de Anaya
como Obispo de Cuenca |
La tradición oral, qué duda cabe,
constituye un elemento fundamental a la hora de recoger la historia y
la cultura de los pueblos. Sin embargo, no debemos obviar que esa
tradición se encuentra con frecuencia contaminada por los lógicos
errores de la trasmisión boca a boca a lo largo de los siglos y por
una serie de noticias, leyendas e historias de dudosa fiabilidad y
poca base científica, que únicamente pretendían ensalzar y
engrandecer el supuesto pasado glorioso de los pueblos, muy en línea
con los ideales románticos del Siglo XIX.
Fruto de esa tradición oral poco
rigurosa, pero con apariencia de veracidad, era la creencia
generalizada de que la Casa del Balcón de Madera, situada en la Calle
de los Collados, en cuya fachada luce el escudo de un obispo, había
sido morada del prelado Martín Gasco, fundador de la capilla de la
Magdalena en la iglesia parroquial y del Colegio del mismo nombre en
Salamanca. Más aún, tirando de no poca imaginación, esa misma
tradición oral nos narraba sin pudor alguno que desde ese balcón el
obispo veía pasar los toros que se lidiaban en la plaza durante las
fiestas de la función, sin tener en cuenta que en las fechas en que
vivió el obispo no existían tales fiestas, ni la Virgen de la Muela
era aún patrona de la localidad.
 |
La
Casa del Colegio de San Bartolomé
en los años 80 |
La mejora en la accesibilidad a los
escritos y documentos que componen los archivos españoles, nos ha
permitido verificar que se trataba de un ejemplo más de inexactitud
histórica inventada y adornada por el cronista local del momento, que
los historiadores de Corral de Almaguer dimos por buena confiados en
la seriedad de nuestros antecesores, a pesar de observar cierta falta
de concordancia entre el escudo de la fachada y el de la Capilla de
los Gascos.
Enfrascados
como estábamos en el estudio de documentos más relevantes para nuestra
historia, dejamos pasar el tema durante décadas, hasta que ciertos
papeles relativos a la desamortización de Mendizábal y el manuscrito
de don Gorgonio, vinieron a confirmar lo que ya sospechábamos con
anterioridad: que la casa del balcón de madera nunca perteneció al
obispo Martín Gasco, sino a la Universidad de Salamanca y más
concretamente al Colegio Mayor de San Bartolomé, llamado “el viejo”
por ser el más antiguo y prestigioso de aquella ciudad. En dicho
colegio estudiaron los personajes más relevantes de su tiempo,
incluidos el Cardenal Cisneros, Nebrija (creador de la gramática
castellana), San Juan de Sahagún, el obispo Diego Ramírez de
Villaescusa (de madre corraleña) fundador del Colegio Mayor de Cuenca
en Salamanca, Luis Briceño que fue rector del mencionado colegio y
constructor de la capilla de los Briceños en la iglesia parroquial y el
propio Martín Gasco, maestrescuela de la catedral de Sevilla, obispo
"electo" de Cádiz y causa de la confusión aquí
recogida, que instituyó el Colegio Menor de Santa María Magdalena
también en Salamanca.
 |
La
Casa del Colegio de San
Bartolomé en la actualidad |
Debemos aclarar, no obstante, que al
contrario de lo que piensan la mayoría de las personas que visitan
Salamanca, la Universidad no estaba formada únicamente por el
edificio en cuya espectacular fachada plateresca los turistas buscan
una rana y que se corresponde con las escuelas mayores, sino por una
serie de Colegios Mayores y Menores repartidos por la ciudad que
otorgaban unos el grado de licenciatura y doctorado, y otros el de
bachiller. El más prestigioso de todos ellos era el Colegio Viejo de
San Bartolomé, fundado en 1401 por don Diego de Anaya y Maldonado,
instructor de los hijos del rey Juan I de Castilla (futuros Enrique
III el doliente y Fernando I de Aragón). Su cercanía a la corona y
su demostrada valía, lo promovieron al Obispado de Tuy, más tarde al
de Orense, después al de Salamanca, posteriormente al de Cuenca y
finalmente al Arzobispado de Sevilla. Fue además embajador de
Castilla en el Concilio de Constanza (que trató de poner fin al
llamado Cisma de Occidente causado por la presencia de hasta tres
Papas a la vez) y también presidente del Consejo de Castilla, uno de
los cargos más poderosos del reino.
Durante
su etapa como obispo de Cuenca (1407-1418) Anaya se dedicó a reforzar
la sostenibilidad económica de su colegio, obteniendo numerosos
privilegios y beneficios eclesiásticos de los Papas Benedicto XIII y
Martín V en los lugares más prósperos de su diócesis, especialmente
en Corral de Almaguer, El Provencio y Requena. Por esa misma época se
construyó también el primitivo edificio del Colegio Mayor, en unos
terrenos situados frente a la Catedral de Salamanca (actual Palacio de
Anaya).
 |
Detalle
del Patio de la Casa
del Siglo XVI |
En Corral de Almaguer, el Papa Luna
obsequió al colegio de San Bartolomé con la cuarta parte de todos
los frutos obtenidos por la Encomienda de Monreal (la más rica y
opulenta de la villa), que se beneficiaba de la décima parte de todos
los cereales cultivados en la población, así como del diez por
ciento de todo el vino, corderos, cabritos, lana, queso, azafrán
etc… Gozaba también el colegio de una beca o “prestamera”
costeada por el estamento eclesiástico de la localidad, destinada a
sufragar los estudios de un futuro sacerdote (beca de la que se
benefició en su momento el obispo Martín Gasco).
 |
Puerta
de la calle con
el escudo de Anaya |
Para almacenaje de todo ese grano y
elaboración del vino, el Colegio compró en 1556 un terreno donde
edificar la presente casa, dotándola de vivienda, oficinas, bodega,
graneros y almacenes para la lana, quesos, corderos etc… El Colegio
nombraba cada año a un administrador eclesiástico para controlar las
entradas de productos y la venta de los excedentes de trigo y vino, y
éste nombraba a su vez a un casero o mayordomo encargado del
mantenimiento de la casa y sus dependencias. Dicha casa se encontraba
presidida por un amplio y alargado balcón cubierto de madera en
voladizo (más propio de la arquitectura conquense), que ocupaba todo
el ancho de la fachada principal y que alojaba un curioso escudo en
piedra de Don Diego de Anaya y Maldonado como obispo de Cuenca. Debajo
del balcón, un recio portón de madera con un bellísimo claveteado
renacentista, servía de única entrada. El interior se organizaba en
torno a un típico patio de columnas del Siglo XVI, con corredores
abalaustrados de madera en su parte superior, tabicados posteriormente
para evitar el frío, que delimitaba una parte anterior administrativa
y una parte posterior de graneros, bodega y almacenes, con salida a un
callejón trasero.
 |
Uno
de los antiguos almacenes
sabiamente restaurado |
La Casa fue subastada durante la regencia
de María Cristina en la desamortización de Mendizábal (1836) y
comprada por el alcalde constitucional de Corral de Almaguer Cecilio López,
que la mantuvo en su estado original al igual que sus herederos (señorita
Soledad). Tras el fallecimiento de ésta última, los nuevos herederos
pusieron en venta la casa a mediados de los 80 y la dividieron en tres
partes para facilitar su compra, perdiéndose la espectacular bodega,
los graneros con sus grandes arcos y el impresionante portón de la
entrada con su claveteado renacentista, que fue vendido a los
anticuarios.
En la actualidad, la parte noble de la
casa ha recuperado buena parte de su esplendor, tras la intervención
llevada a cabo por su actual propietario, Manuel López, en el gran
balcón de madera en voladizo que da personalidad al edificio, así
como en el patio de columnas y en algunas estancias y almacenes. En
dicha intervención, se puso también en valor una bellísima puerta
con el escudo del obispo Anaya en relieve, que se encontraba en el
interior de la casa y que sirve en la actualidad como puerta principal
de entrada.
 |
El
Colegio de San Bartolomé (actual Palacio de Anaya y facultad de
filosofía).
frente a la Catedral de Salamanca
 |
Escalera
principal del Colegio de San Bartolomé |
|
Rufino
Rojo García-Lajara (noviembre de 2023)
|